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17 de abril de 2017

Tratan el agua de mar para consumo de los limeños

Premian a empresa de electricidad que convierte el agua de mar en agua potable y la dona a tres mil vecinos de Chilca. No es el primer proyecto de desalinización en el país pero es, hasta el momento, el de mayor impacto social.

El 14 de febrero del año pasado, a eso de las 7 de la noche, la señora Irma Espinoza abrió la manguera del jardín de su casa esperando encontrarse con un ligero chorrito de agua con el que, ayudada de un balde y de mucha paciencia, planeaba darse un baño de final de día. Pero lo que encontró fue un potente chorro que la sobresaltó. Extrañada porque en el centro poblado Las Salinas (distrito de Chilca, provincia de Cañete), solo había agua dos horas al día y nunca de noche, abrió el caño de la cocina –otro chorro– y el de la ducha –otro chorro más. Algo estaba mal. Había agua. Demasiada agua.

Su hija le informó: ese día, por la mañana, había comenzado la entrega gratuita de agua potable para Las Salinas. El agua era producida por la empresa termoeléctrica Fénix Power y la distribución estaba a cargo del municipio distrital. La señora Irma no sabía qué pensar. Y aunque pasarían unos días hasta que dejara de murmurar que el agua de su café "sabía a pescado", esa noche de verano entró al baño y se dio un refrescante duchazo, el primero que se daba en sus 40 años de vida en Chilca.

Los primeros proyectos

El proyecto Agua para Chilca de Fénix Power no es la primera experiencia de desalinización de agua de mar en el Perú. En 2007 la minera Milpo puso en marcha una planta de ese tipo en el yacimiento Cerro Lindo, en las alturas de Chincha, que usó en la extracción de minerales. En 2010 la empresa Vale inauguró su propia desalinizadora, la más grande del país, para su mina de fosfatos en Bayóvar, Piura. Hay, además, desalinizadoras de menor escala usadas en la agricultura en Trujillo, Lambayeque y Arequipa.

Pero la de Fénix Power es la primera construida con el fin primordial de abastecer de agua potable a una población, en este caso a Las Salinas, ubicada en la zona de influencia de la central termoeléctrica.

En principio, a Las Salinas, donde abastecen a cerca de tres mil vecinos. Y también a algunas zonas de Chilca pueblo, donde hay otros tres mil. Pero una vez que el municipio termine las obras de conexión entre la red urbana y la de Las Salinas, el número de beneficiarios aumentará. Según el gerente municipal, Jaime Gonzales, para finales de junio el agua producida por Fénix Power abastecerá a unas diez mil personas. La cuarta parte de la población del distrito.

Por su carácter pionero y por su impacto social es que la Autoridad Nacional del Agua (ANA) le concedió hace unos días el Premio Nacional Cultura del Agua 2016, en la categoría Gran Empresa Privada.

Una obligación moral

Fénix Power es una de las varias centrales termoeléctricas que en los últimos años se instalaron en Chilca para aprovechar la estratégica cercanía con el ducto de Camisea. Como toda termoeléctrica de ciclo combinado –que produce electricidad usando gas y usando vapor–, estaba previsto que tuviera una pequeña planta desalinizadora de agua de mar. Pero los propietarios originales –el panameño Grupo Lacas– decidieron invertir más de US$ 4 millones para que la planta también pudiera convertir el agua de mar en agua potable. Y que pudiera abastecer a Chilca, una comunidad que padece estrés hídrico desde siempre.

—Era una obligación moral y de responsabilidad, dice Mariella Paredes, gerente de Asuntos Corporativos de Fénix Power.

—Llegas a una zona donde la gente no tiene agua y tú tienes la posibilidad de mejorar su calidad de vida.

Chilca se abastece de agua de dos pozos. Sus cuarenta mil vecinos solo pueden usar sus caños tres horas al día. Antes, en Las Salinas era peor, había días en los que solo había agua durante media hora. Desde que la empresa comenzó a entregar el agua, en este centro poblado el recurso está disponible desde cinco de la mañana hasta las cinco de la tarde. La gente está feliz.

—Llegó en pleno verano, fue una bendición, dice Elvira Bilbao, vecina de Las Salinas.

—Mis sobrinos estaban de visita y me decían:"Tía, me quiero bañar" y yo tenía que comprar baldes para que se bañaran. Y ese día abrí el caño y zúuuuu, salió el agua. Para ellos fue fenomenal.

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La República

Los doce botánicos rusos que murieron de hambre para proteger el mayor banco de frutas y semillas del mundo

Durante el sitio de Leningrado ntre 600.000 y 1.200.000 de personas murieron por las balas, el hambre, el frío y la oscuridad en uno de las peores batallas de la segunda guerra mundial. Entre ellos, doce botánicos soviéticos que murieron de hambre mientras defendían toneladas de frutas, raíces y granos: el mayor banco de semillas del mundo.


Si tenemos que buscar otra escena clave para esta historia, tenemos que irnos a finales de verano de 1941. Es mucho menos dramática: Abraham Kameraz y Olga Voskresenskaia cosechan patatas a toda velocidad.

En aquellos días, la Estación Experimental Pavlovsk tenía aproximadamente 6.000 variedades de patatas. Y en cuestión de días, la Guerra estaba a punto de llegar a aquel pequeño pueblo a 45 kilómetros de Leningrado.

Cuando comenzó el sitio de Leningrado, las autoridades soviéticas evacuaron las obras de arte del Hermitage, pero no evacuaron las semillas, raíces y frutas de Pavlovsk. Así que los científicos de la estación recogieron todas los tubérculos, frutos y semillas que pudieron y las almacenaron en un sótano cerca de Leningrado.

El invierno de 1941-42 fue especialmente duro. No solo meteorológicamente hablando, sino que, con todos los accesos a la ciudad cortados, ni la comida, ni el carbón, ni los medicamentos podían llegar a Leningrado. Y las bombas no paraban de caer.

Sin comida, cualquier cosa se convertía en alimento: perros, gatos, ratas o palomas. Según Michael Jones, en enero el canibalismo invadió la ciudad. 1.400 personas fueron arrestadas por este delito y más de 300 fueron ejecutadas.

Lo sabían muy pocas personas, pero en los sótanos de la plaza de San Isaac se guardaban más de 187.000 variedades de frutas y vegetales. Allí, en armarios y cajas hay más de mil tipos de fresas, 900 tipos de grosellas, 600 tipos de manzanas, cientos cerezas, ciruelas, frambuesas y muchas otras frutas y tubérculos.

La estación de Pavlovsk parecía maldita y abocada a su desaparición. Poco más de un año antes, su director y fundador Nicolai Vavilov, uno de los genetistas y botánicos más importantes de la primera mitad del siglo XX, había sido mandado a la cárcel de Saratov. Allí moriría, también de hambre, un par de años después.

¿Su delito? Creer que la genética era cierta. Vavilov era una leyenda, había recorrido medio mundo y había entendido como nadie la importancia de la diversidad y la hibridación para la agricultura. En 1926, el mismo año en que fundó la estación experimental de Pavlovsk, recibió el premio Lenin, el "nobel" de la Unión Soviética.

Pero a finales de los años 30, Lysenko llegó al poder. Lysenko defendía una biología a medio camino entre el lamarkismo y el diamat. Entre 1934 y 1940, la camarilla lysenkoista con el apoyo de Stalin purgó toda la biología soviética. Vavilov era, en aquel momento, presidente de la Academia de Agricultura.

Pero el trabajo que realizó antes de su muerte, es francamente prodigioso. Y allí, protegiendo su trabajo, doce personas se dejaron consumir hasta la muerte. El encargado de las especies de arroz murió de hambre rodeado de sacos de arroz y Kamerz y Voskrensenskaia murieron protegiendo sus patatas.

¿Y pór qué se dejaron morir de hambre?, ¿estaban locos?

Supongo que esa es la pregunta que todos nos hacemos. De hecho, fue la pregunta que Cary Fowler realizó en 1985 mientras visitaba la estación experimental. Y allí mismo, una estudiante de Vavilov ya anciana le explicó que los investigadores comprendían que esas colecciones eran esenciales para restablecer la agricultura después de la guerra.

El sitio de Leningrado se demoró 872 días, pero la guerra fueron seis larguísimos años donde las tierras, las semillas y las prácticas tradicionales quedaron pulverizados. Sin esas semillas, la posguerra hubiera sido terriblemente más dura. Aunque a veces las ecuaciones no nos dejan ver el bosque, ese es el verdadero objetivo de la ciencia. Y para recordarlo, nunca está de más acordarnos de los héroes de Pavlovsk.

Fuente:

Xakata Ciencia

Google y sus dos inquietantes descubrimientos sobre la inteligencia artificial

Han concluido que dos inteligencias artificiales compitiendo por el mismo objetivo son capaces de destruirse entre ellas.

La otra conclusión es que inteligencias artificiales independientes son capaces de trabajar en equipo para conseguir un objetivo.


La inteligencia artificial avanza a pasos agigantados y las grandes compañías tecnológicas están estudiándolas al detalle. Es el caso del laboratorio DeepMind de Google, que recientemente ha hecho un estudio con dos inquietantes conclusiones, revela Gizmodo.

En un primer experimento, los ingenieros de DeepMind crearon un juego en el que dos inteligencias artificiales (una representada en rojo y otra en azul) tenían que recolectar manzanas (puntos verdes). El número de manzanas lo controlaban los investigadores y las inteligencias tenían la opción de dispararse entre ellas.

Cuando el número de manzanas era abundante, ambas inteligencias convivían pacíficamente. Pero cuando empezaron a escasear, se dieron cuenta de que los 'actores' eran más propensos a dispararse entre ellos para llevarse las manzanas. En este vídeo se representa:


En un segundo juego dos puntos rojos representaban a lobos que tenían que caza presas (puntos azules) y esquivar obstáculos (puntos grises). Los lobos recibían más puntos (ambos) si estaban próximos entre sí cuando cazaban. Con esta premisa, las inteligencias artificiales tardaron muy poco en darse cuenta de que colaborando, obtenían más puntos, por lo que dejaron de comportarse de manera solitaria.


Tomado de 20 Minutos (España)

Así actúan la literatura y la poesía sobre el cerebro

Hoy es 21 de marzo, Día Mundial de la Poesía


Silencio atronador, muerto viviente, dulce amargura, noche blanca o monstruo hermoso son ejemplos de oxímoron, una combinación de dos palabras de significado opuesto que al unirse originan un nuevo sentido. Un estudio español publicado en la revista NeuroImage revela que estas figuras literarias generan una intensa actividad en el área frontal izquierda del cerebro.

Según los autores del estudio, del Basque Center on Cognition, Brain and Language (BCBL) de San Sebastián, los políticos en sus discursos, los generales en sus arengas y los amantes en sus poemas han utilizado desde siempre ciertas figuras retóricas para convencer, infundir valor o seducir. Lo que hasta ahora no se había logrado era medir empíricamente la capacidad de una figura literaria para generar actividad cerebral en las personas.

"Nuestra investigación demuestra el éxito a nivel retórico de las figuras literarias, y la razón de su efectividad es que atraen la atención de quien las escucha" más que otras expresiones, explica Nicola Molinaro, autor principal del estudio. Concretamente, "se activa la parte frontal del cerebro y se emplean más recursos de lo habitual en procesar a nivel cerebral esa expresión". El investigador señala que el resultado de los experimentos se relaciona "con la actividad que requiere procesar la abstracción de figuras retóricas como el oxímoron, que tratan de comunicar cosas que no existen".

Para los experimentos, Molinaro y sus colegas crearon varias listas de frases incorrectas, neutras, oxímoron y pleonasmos (vocablos innecesarios que añaden expresividad), empleando el mismo sustantivo como sujeto: la palabra "monstruo". Concretamente, los investigadores han utilizado "monstruo geográfico" como expresión incorrecta, "monstruo solitario" como expresión neutra, "monstruo hermoso" como oxímoron, y "monstruo horrible" como pleonasmo. Después, se les mostraron estas listas a personas de entre 18 y 25 años y se midió su actividad cerebral cuando las procesaban por medio del electroencefalograma.

Los resultados muestran que cuanto menos natural es la expresión más recursos requiere para ser procesada en la parte frontal izquierda del cerebro. La frase neutra "monstruo solitario" es la que menos recursos cerebrales necesita para procesarse. En cuanto a la expresión incorrecta "monstruo geográfico", 400 milisegundos después de percibirla, el cerebro reacciona al detectar que hay un error.Sin embargo, en el caso de los oxímoron, como "monstruo hermoso", 500 milisegundos después de percibirse la expresión se midió una intensa actividad cerebral en la parte frontal izquierda del cerebro, un área íntimamente relacionada con el lenguaje que los seres humanos tienen muy desarrollada en comparación con otras especies.

Molinaro ya ha comenzado a repetir este experimento con la resonancia magnética, para obtener imágenes de la actividad cerebral cuando se procesan figuras retóricas. El siguiente objetivo es estudiar las conexiones entre dos áreas muy implicadas en el procesamiento del significado: el hipocampo y el área frontal izquierda.

Fuente:

Muy Interesante
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