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17 de enero de 2016

Lo mejor de la ciencia del 2015


Como cada año, la prestigiosa revista Science ha publicado la lista de los diez descubrimientos más importantes del año. Entre los más destacados se encuentran la llegada a Plutón, la herramienta para modificar el ADN, la primera vacuna contra el ébola y el descubrimiento de una nueva especie de homínido.
La revista Science ha publicado en su página web su top ten con las aportaciones más importantes a a la ciencia en 2015.

Dos mujeres revolucionaron la edición del ADN

En el número 1, Science ha destacado la herramienta CRISPR/Cas9 como el acontecimiento científico del año. Ese es el nombre que, por ahora, recibe la novedosa herramienta de edición de genomas desarrollada por las científicas Jennifer Doudna y Emmanuelle Charpentier en 2012. Gracias a esta técnica, es posible manejar el ADN para modificar los genes, introducir o corregir mutaciones, y, en definitiva, reescribir a voluntad el mensaje de la vida.

Supone un avance revolucionario, porque sus aplicaciones abarcan desde el tratamiento y diseño de estrategias para enfermedades como la malaria o el cáncer, hasta la mejora de los cultivos transgénicos o la edición de embriones humanos.

Por todo ello, el trabajo de sus autoras ha sido reconocido con el premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica en 2015.

Descubrimos el corazón helado de Plutón 

Imagen de Plutón captada por la sonda New Horizons. / NASA

El 14 de julio, la sonda New Horizons, lanzada por la NASA en 2006, realizó su máximo acercamiento a Plutón, a una distancia de 12.500 km. Con la llegada al planeta enano se completó el primer reconocimiento inicial de nuestro sistema solar.

Desde entonces, las imágenes aportadas por los instrumentos de New Horizons han desvelado secretos inesperados de Plutón, como su superficie en forma de corazón o el descubrimiento de una actividad geológica de varios millones de años que podría continuar hoy día.

El sistema linfático actúa en el cerebro 

Para sorpresa de los científicos, se ha descubierto que el sistema linfático también actúa en el cerebro. / Jonathan Kipnis and Antoine Louveau

El sistema linfático se encarga limpiar los residuos del organismo y juega un papel clave en el funcionamiento del sistema inmunológico. Los neurocientíficos se han sorprendido ante el descubrimiento de que este sistema actúa también en el cerebro.

Los expertos sugieren que el mal funcionamiento de los vasos linfáticos en el cerebro podría ser una de las causas de algunos trastornos neurológicos como la esclerosis múltiples o el alzhéimer. Por lo tanto, en el futuro deben investigarse a fondo la relación entre el sistema linfático y el cerebro para descubrir su conexión con este tipo de enfermedades.

La primera vacuna efectiva contra el ébola 

La Organización Mundial de la Salud (OMS) anunció este verano que los ensayos clínicos de una nueva vacuna contra el virus del ébola en Guinea habían presentado una efectividad del 100%. Los resultados demostraron que unas 4.000 personas que se expusieron a este virus durante diez días no se contagiaron de la enfermedad gracias a la vacuna.

VSV-ZEBOV, nombre que ha recibido el medicamento, combina distintos componentes  para lograr un virus debilitado que no causa la enfermedad, pero hace que el organismo genere una respuesta inmune.

Aunque la vacuna se encuentra en fase preliminar y serán necesarias más pruebas en el futuro para su mejora, el avance genera grandes esperanzas en la lucha contra esta grave enfermedad.

La acción fantasmagórica que Einstein odiaba 

. El experimento para demostrar la conexión de las partículas se realizó con dos electrones en el interior de pequeños diamantes. / ICFO

La teoría cuántica predecía que la observación de un objeto puede afectar justo en ese momento a otro, aunque esté en la otra punta del universo, un fenómeno en el que Einstein no creía, ya que consideraba que ninguna información puede viajar más rápido que la luz.

No obstante, este año se ha conseguido que dos electrones separados más de un kilómetro de distancia mantengan una conexión ‘invisible’ e instantánea, superando el problema que planteaba Einstein.

El descubrimiento, al que contribuyó el Instituto de Ciencias Fotónicas de Barcelona, permitiría desarrollar en el futuro tecnologías para mejorar la seguridad en las comunicaciones y la informática de alto rendimiento.

La fiabilidad de los estudios psicológicos, cuestionada

Durante estos últimos años se han intentado replicar los resultados de algunos estudios importantes en el campo de la psicología. Sin embargo, no ha sido hasta 2015 cuando un equipo de 270 investigadores ha descubierto que solo el 39% de los 100 estudios de referencia en el campo de la psicología pueden reproducirse sin ambigüedades.

Aunque este resultado pueda parecer inquietante, la mayoría de los expertos ha acogido los resultados de manera optimista, al considerar que esto les puede ayudar a comprender mejor la fiabilidad de estos estudios.

Homo naledi, la nueva especie de homínido 

. Reconstrucción de Homo naledi por el paleoartista John Gurche, que pasó más de 700 horas para recrear la cabeza a partir de los escáneres de los huesos. / Mark Thiessen/National Geographic

Recientemente se ha descubierto una nueva especie de homínido, llamada Homo naledi, de la que se encontraron los restos de al menos 15 individuos en el yacimiento Dinaledi en Sudáfrica.

Con una capacidad craneal de alrededor de 500 cm3, mucho menor que la de humanos actuales, Homo naledi tenía características muy cercanas al género Homo en cuanto a masticación, manipulación y locomoción se refiere.


Sin embargo, por la estructura de su torso y el juego del tórax con la pelvis, aparte de la capacidad craneal, se acercaría más a Australopithecus, un género que desapareció hace unos dos millones de años.

Levadura modificada para obtener opiáceos

Con la introducción de hasta 23 fragmentos de ADN modificado en la levadura, se ha logrado que esta produzca dos compuestos opiáceos, unas sustancias muy poderosas para el tratamiento del dolor. Normalmente, estos solo se podían obtener a partir de la llamada amapola o adormidera del opio –Papaver somniferum–, a través de un proceso extremadamente largo y costoso.

Con este avance, los científicos acaban con la limitación que suponía obtener estos compuestos únicamente de las plantas y abren las puertas para desarrollar nuevos tratamientos para combatir el cáncer, enfermedades infecciosas y problemas crónicos como la artritis o la alta presión sanguínea.

Secretos de las columnas del manto terrestre

Durante casi 40 años se ha debatido sobre las misteriosas columnas del manto terrestre, conductos de roca caliente que ascienden desde el interior de nuestro planeta. Sin embargo, hasta este año no se sabía mucho sobre su naturaleza.

Los científicos han corroborado la existencia de 28 de estas columnas a través de las ondas sísmicas generadas por los terremotos, que se curvan y cambian su velocidad cuando encuentran un obstáculo en su camino. 

Esto ha desvelado que las columnas son más anchas de lo que se esperaba, lo que significa que expulsan hacia fuera más calor procedente del núcleo terrestre, una pista de que juegan un papel importante en la regulación de la temperatura del planeta.

El Hombre de Kennewick, antepasado de los americanos modernos

El esqueleto del hombre de Kennewick y una reconstrucción de su rostro / Brittney Tatchell, Smithsonian Institution

El Hombre de Kennewick está datado hace 9.000 años, por lo que es uno de los esqueletos más antiguos que se conocen. Fue hallado hace 19 años cerca de la localidad que le da su nombre, Kennewick, en el estado de Washington (EE UU).

La secuenciación del genoma de un hueso de la mano de este esqueleto ha permitido saber que algunas tribus de indios americanos, como las Tribus Confederadas de la Reserva de Colville, podrían ser descendientes de una especie muy cercana a este homínido. 

El descubrimiento desmiente la creencia de que el Hombre de Kennewick fuera el antepasado de pueblos nativos del Pacífico como los ainu y lospolinesios.

Fuente:

Vox Populi 

16 de marzo de 2014

Somos una especie evolucionada... ¡porque somos ociosos y vagos!

Los humanos, y nuestros parientes primates, somos muy diferentes del resto de los animales en muchas cosas. Somos más inteligentes, más visuales, mucho menos especializados desde el punto de vista corporal. Tendemos a ser mucho más generalistas en nuestra alimentación y a tener un tamaño relativamente pequeño (excepto chimpancés, orangutanes y gorilas, nuestros más cercanos parientes vivos). Pero algunas de las diferencias biológicas clave son menos visibles: los primates tendemos a tener pocas crías a las que cuidamos mucho (una estrategia ‘k’, se le llama en ecología), a diferencia de otros animales que tienen mucha descendencia que luego dejan a su suerte (con lo que muchos mueren). Además vivimos más años que los animales de nuestro tamaño, y crecemos mucho más despacio, alcanzando la edad adulta más tarde. Según un estudio recientemente publicado esto tiene una razón de ser: con la excepción del lémur ratón, uno de los más pequeños, el resto de los primates gastamos hasta un 50% de energía menos que animales de sus respectivos tamaños. Básicamente le debemos nuestra longevidad y algunas de nuestras características biológicas clave a nuestra parsimonia energética; o por decirlo de otra forma, a que somos unos vagos.

Schimpanse_Zoo_Leipzig

Y la diferencia no es pequeña. Si comparamos a los humanos con animales de tamaño parecido haría falta que corriésemos una maratón diaria para alcanzar los mismos niveles de gasto energético. Casi todos los primates tenemos metabolismos leeeeeentos, lo cual explica esa tendencia a la pereza y la modorra que compartimos con orangutanes, chimpancés e incluso gorilas, muy dados a pasar largas horas básicamente haciendo nada. Ese reducido gasto energético nos permite vivir más tiempo con un menos consumo de alimentos, lo cual hace más probable sobrevivir a los malos tiempos. A cambio el crecimiento se ralentiza y las crías han de ser cuidadas durante un periodo más largo, lo cual hace posible crear tradiciones culturales y educarlas en ellas, algo que hacen numerosos primates. El origen de este rasgo tan peculiar podría ser precisamente facilitar la supervivencia en épocas de hambruna, al permitir estirar las reservas durante más tiempo. Lo que parece cierto es que la pereza y el reducido gasto energético son rasgos fundamentales de nuestro grupo. Recuérdelo la próxima vez que alguien le regañe por querer echarse una siesta: dígale que se trata de un imperativo biológico.

Fuente:

RTVE Blog de Ciencias

9 de enero de 2014

¿Por qué los seres humanos pueden hablar?

En el lenguaje español, hay un refrán que enuncia “el hablar bien, nada cuesta”, y a pesar de las ciento de afirmaciones que alagan la veracidad de nuestro refranero, no nos queda otra opción que discrepar con éste. Millones de años han tenido que pasar, acompañados de procesos evolutivos y fisiológicos, para que el Homo sapiens fuera capaz de crear palabras y frases que adquirieran significados que todos los de su mismo grupo entendieran y compartieran. La mayoría de las especies animales son capaces de comunicarse entre sí, unas cuantas presentan vocalización, pero tan sólo el ser humano es capaz de generar un prácticamente ilimitado lenguaje hablado.
Para poder entender como el humano actual llegó a adquirir las habilidades lingüísticas que le hacen único, primero hay que conocer la anatomía y fisiología de su cerebro. Investigaciones anatómicas y fisiológicas han mostrado que hay una serie de circuitos neuronales que intervienen en el habla y que comprenden el área de Wernicke, la región temporoparietal y el área de Broca.
Según los estudios, el área de Wernicke es la encargada en el entendimiento de las palabras escuchadas, mientras que el área de Broca es la encargada de la producción de las palabras, ambas áreas están conectadas gracias al fascículo arcuato. Al tener una conversación, el sonido entra por nuestros oídos y es procesado por el área de Wernicke, que lo procesa, luego el cerebro trabaja la respuesta y la envía al área de Broca, que junto con las partes adyacentes en el cerebro se encarga de articular las palabras.
Partes del cerebro involucradas en el lenguaje articulado (Fuente: thebrain.mcgill.ca)

Partes del cerebro involucradas en el lenguaje articulado (Fuente: thebrain.mcgill.ca)

Pero teniendo en cuenta que esto se da en primates, hay que citar que no sólo los primates nos comunicamos. El lenguaje corporal se usa en la mayoría de los vertebrados, y unos cuantos de ellos también se ayudan de la vocalización para llevar a cabo sus funciones comunicativas. Pero, ¿qué nos hace diferentes a nosotros, los humanos? El ser humano es capaz de generar palabras y frases y describir cosas que ni siquiera existen, sin embargo, esa capacidad no se ha conseguido ver en ningún otro ser vivo a pesar de experimentos en los que se intentaba enseñar a chimpancés y a bonobos a hablar, nunca consiguiendo dicha meta. Sin embargo, sí se consiguió que individuos de estas dos especies fueran capaces de aprender y reproducir el lenguaje sordomudo y comunicarse gracias a él. Evidentemente, en un momento de la evolución nuestros caminos se separaron y nosotros adquirimos una habilidad única, pero la comunicación de los animales no comienza ahí.

Se piensa que el posible origen del habla humana reside en las neuronas espejo. Las neuronas espejo son una cierta clase de neuronas que son activadas con ciertos movimientos, pero más impresionante, cuando el individuo observa a otro animal o persona desarrollando una actividad, aunque hay que mencionar que no todas las actividades observadas generan una activación de las mismas. Esta activación neuronal promueve la imitación, así que el individuo copia lo observado, suponiendo en este caso también una activación de estas neuronas. Pero este tipo de neuronas no es único de primates, de hecho han sido encontradas y ampliamente estudiadas en las aves que son capaces de cantar distintas canciones para comunicarse. Se pudo ver en ellas que estas neuronas se activaban tanto cuando el pájaro cantaba como cuando escuchaba una canción de otro individuo de la misma especie, suponiendo este descubrimiento una fuerte base para los pilares del complejo lenguaje humano.
Chimpancé imitando a Jane Goodall (Fuente: www.monografías.com)

Chimpancé imitando a Jane Goodall (Fuente: http://www.monografías.com)

La neurociencia  supone que las neuronas espejo tienen un papel importante en los aspectos sociales, ya que ayudan a imitar y aprender  los patrones y conductas.  Además, como se puede imaginar, la imitación es una parte importante en el lenguaje, no hay más que pensar en las madres repitiendo a sus bebes una y otra vez la palabra “Ajo” para que el bebé la termine repitiendo. En humanos las neuronas espejo se encuentran en una zona circundante al área de Broca, además de en la zona que contiene la vista y la memoria. Rizzolatti y Arbib proponen en su hipótesis que los circuitos neuronales responsables del procesamiento del lenguaje evolucionaron desde un circuito neuronal espejo presente en los simios actuales.
Pero este no es el único factor por el que somos capaces de hablar, también intervienen el bipedismo, el incremento del tamaño cerebral, la asimetría del cerebro, la memoria funcional (encargada de retener información a corto plazo), nuestro aparato fonador,  y el gen FOXP2. La suma de estos factores, y probablemente otros que aún no se hayan descubierto, es la que nos da al humano esta característica única entre los seres vivos.

Fuente:

El efecto Paraguas

6 de enero de 2014

Descubren la mano humana más antigua, de 1,4 millones de años

Metacarpo hallado en Kenia sobrepuesto en una mano humana.

Metacarpo hallado en Kenia sobrepuesto en una mano humana. CAROL WARD

La mano alberga algunos de los mayores secretos del éxito evolutivo del ser humano. No cabe duda de que la capacidad para fabricar y utilizar herramientas ha sido determinante para el desarrollo técnico y tecnológico de las sociedades modernas. Pero las claves de la aparición de esta habilidad manual propia del ser humano actual y de otros homínidos primitivos siguen siendo un enigma para los científicos, sobre todo debido a los grandes periodos de tiempo de los que no se tiene apenas información en el registro fósil.

Lo que sí sabían los paleoantropólogos es que una estructura ósea de la muñeca que no tienen ni los grandes simios ni otros primates no humanos es responsable del perfeccionamiento del manejo de la mano para usar herramientas. Pero la primera aparición en el registro fósil de esta estructura de un hueso llamado tercer metacarpo -el hueso central de la mano, el que une la muñeca con el dedo corazón- corresponde a los homínidos de la Sima de los Huesos (Atapuerca, Burgos), de hace unos 800.000 años.

Ahora un equipo científico dirigido por investigadores de la Universidad de Missouri (EEUU) acaba de publicar en PNAS los resultados de una investigación en la que describen esta misma estructura ósea en restos encontrados en Katio, Turkana (Kenia), pero que datan de hace 1,42 millones de años, más de 600.000 años antes que los del yacimiento español.

La clave de la evolución de la mano



Tercer metacarpo hallado en Turkana, Kenia.

La estructura ósea presente en los homínidos modernos permite estabilizar la muñeca para hacer trabajos finos

Los expertos en el campo conocían desde hace tiempo las estructuras óseas de la mano de los homínidos del género Homo, que tenían esta característica llamada proceso estiloideo y que consiste en una protuberancia que sale del metacarpo y que permite estabilizar y bloquear la muñeca. Y también sabían que este mismo hueso de los Australophitecus no cuenta con esta protuberancia. Pero, ¿cuándo apareció por primera vez en el el árbol evolutivo humano?

"Hasta ahora sabíamos que los fósiles de la Sima de los Huesos y de la Gran Dolina, de 400.000 y 800.000 años, tenían una mano parecida a la de los humanos actuales. Y sospechábamos que esta estructura ya estaba antes, en los orígenes del género Homo, hace dos millones de años, pero no podíamos demostrarlo, era sólo una hipótesis", explica Carlos Lorenzo, profesor de la Universidad Rovira i Virgili e investigador de Atapuerca especialista en la evolución de la mano humana.

Los resultados obtenidos por Carol V. Ward, de la Universidad de Misouri, de alguna forma respaldan las sospechas del equipo de Lorenzo. "Hemos retrasado la primera aparición conocida de esta morfología en la evolución humana, así que podemos decir que las evidencias de la mano humana ya estaban presentes hace 1,4 millones de años", asegura Ward. A pesar de que sólo han encontrado un sólo hueso de esa mano del homínido de Katio, el equipo de Ward se aventura a decir que el resto de la mano también tendría una morfología semejante a la de las manos humanas actuales.

Los homínidos más primitivos hacían bifaces, pero muy toscos a pesar de tener la mano preparada para tallar con mayor precisión. "Sabemos que la mano ha cambiado poco, pero nuestro cerebro sí ha cambiado", dice Lorenzo. De hecho, Lorenzo se atreve a vaticinar que los primeros miembros del género Homo de hace dos millones de años ya tenían una mano moderna, como la que tenemos los seres humanos actuales.

Fuente:

El Mundo Ciencia

26 de octubre de 2013

Los seres humanos evolucionaron "de una especie única"

Los homínidos de Dmanisi

Homínidos

  • Los homínidos de Georgia vivieron hace unos 1,8 millones de años y representan una expansión temprana de los ancestros humanos fuera de África.
  • Se trata de la colección de fósiles más completa de más de 300.000 años encontrada de la especie Homo
  • Ellos tenían columnas similares a las humanas y sus extremidades inferiores habían sido bien adaptadas para viajes de larga distancia
  • El macho de la especie era mucho más grande que la hembra
  • También tenían cerebros relativamente pequeños y las extremidades superiores eran bastante primitivas, rasgos que comparte con el anterior H. habilis, e incluso con los Australopithecus más primitivos

Cráneo 5

La calavera tiene una caja craneana muy pequeña.

La llaman "cráneo 5". Un nombre simple para la calavera que dio un golpe de timón en la teoría de la evolución.

Un equipo de científicos que analizó el cráneo homínido más completo jamás encontrado, descubierto en Dmanisi, Georgia, asegura que los primeros fósiles humanos encontrados en África y Eurasia podrían haber formado parte de la misma especie.
Esto contradice la teoría evolutiva, hasta ahora aceptada, de que varias y diversas especies humanas caminaban sobre la Tierra hace dos millones de años.

Escribiendo en la revista Science, el equipo dice que el Homo habilis, Homo rudolfensis y el Homo erectus, son parte de un único linaje evolutivo, que derivó en los humanos modernos.

El "cráneo 5"

La calavera analizada tenía una pequeña caja craneana, dientes grandes y una cara larga, características que comparte con H. habilis. Sin embargo, muchas características de la caja craneana fueron también "únicas" del H. erectus.

La pieza ósea tiene unos 1,8 millones de años y proviene de un sitio donde se han encontrado la mayor colección de restos bien preservados de los inicios del ser humano en el mundo.

La colección de Dmanisi también representa la evidencia más temprana de los humanos primitivos fuera de África, un grupo que surgió poco después de los primeros Homo que se diferenciaron del Australopithecus o "Lucy".

"Ahora tenemos la mejor prueba de lo que los primeros Homo realmente fueron", asegura David Lordkipanidze del Museo Nacional de Georgia en Tiflis, autor principal de la investigación.

"Una de las cosas más importantes es que tenemos una colección tan extraordinaria, muy rara de encontrar en un solo sitio".

Los restos fósiles mostraron una gran variación que desconcertó a los investigadores al principio, pero el profesor Lordkipanidze dice que lo estaba claro era que estas características eran de una sola población.

Cráneo homínido

El cráneo homínido de Georgia es el más completo jamás descubierto.

"Cuando nos fijamos en esta variabilidad y la comparamos con los humanos modernos, se puede ver es un rango normal de variación", le comenta Lordkipanidze a la BBC.

El cráneo fue descubierto hace ocho años y desde entonces el equipo lo ha comparado con otros fósiles de Homo encontrados en África hace 2.400.000 años.

El análisis comparativo del cráneo homínido reveló similitudes suficientes como para considerar que los antiguos de Homo eran de la misma especie que los homínidos de Dmanisi.

Christoph Zollikofer del Instituto de Antropología y el Museo de Zúrich, Suiza, y coautor del estudio dijo que si se hubieran encontrado la caja craneana y el rostro del "Cráneo 5" como fósiles separados en diferentes lugares de África, podrían haber sido atribuidas a diferentes especies.

"Eso es porque el cráneo 5 reúne algunas de las características clave, como la pequeña caja craneana y la cara grande, que no se había observado juntos en un fósil de Homo temprano hasta ahora".

"Es más, ya que vemos un patrón y rango de variación similar en los registros de fósiles de África, es razonable suponer que había una sola especie de Homo en África en ese momento", agrega el profesor Zollikofer.

"Y puesto que los homínidos de Dmanisi son tan similares a los africanos, suponemos además que ambos representan la misma especie".

Lea el artículo completo en:

BBC Ciencia

8 de agosto de 2013

La fidelidad del macho es fruto evolutivo para evitar los infanticidios

Un estudio en primates demuestra que los animales fieles cuidan y protegen más a los descendientes.

Reproducción y comida son los principales motores evolutivos. Pero ¿dónde encaja la monogamia (o el hecho de que un macho se sienta vinculado a una o un grupo de hembras) en este proceso? Investigadores de las universidades de Londres, Manchester, Oxford y Auckland han estudiado los comportamientos de 239 especies de primates –humanos incluidos- y han llegado a una sorprendente conclusión: la fidelidad del macho sirve para proteger a las crías de los infanticidios a manos de otros ejemplares. Lo publican en PNAS.

La razón de esta protección está en que las crías –y sobre todo en especies que tienen que dedicar mucho tiempo a su crianza- son un obstáculo para un nuevo proceso reproductivo. Las hembras no son receptivas mientras tienen que estar pendientes al completo de la descendencia. Y para un macho nuevo que llega eso es un obstáculo. Animales como los leones lo solucionan mediante un infanticidio generalizado: cuando un nuevo macho se hace cargo de la manada, lo primero que hace es sacrificar a los descendientes del macho desplazado. De esta manera las hembras, libres de la crianza, vuelven a tener el celo.

En algunos primates se han visto comportamientos parecidos. De ahí que para la hembra y las crías, mantener la relación con el progenitor sea tan importante. Este las defiende, y además puede ayudar en el cuidado de los ejemplares jóvenes. De esta manera el ciclo reproductivo se acorta, explican los investigadores. Esto es muy importante según el desarrollo cerebral se va haciendo más complicado, ya que el proceso de aprendizaje de las crías es cada vez más complicado y estas son dependientes de la madre durante más tiempo.

“Es la primera vez que se han verificado sistemáticamente las teorías de la monogamia en primates, demostrando de manera concluyente que su causa es evitar los infanticidios”, ha dicho el antropólogo de la Universidad de Londres Kit Opie.

Susanne Schultz, de la Universidad de Manchester, añade: “Lo que hace este estudio tan emocionante es que nos permite bucear en nuestro pasado para entender los factores que fueron tan importantes para hacernos humanos. Una vez que los padres deciden quedarse y cuidar de los pequeños, las madres pueden cambiar sus decisiones reproductivas para tener más descendencia y con un desarrollo cerebral más complejo”.

Fuente:

El País Ciencia

25 de julio de 2013

La fauna de la playa (2): Marcar el territorio


Los primates deben dejar clara su posición en la jerarquía allá donde van. Las playas no son una excepción y también en estos contextos la demuestran. Los individuos más poderosos casi siempre se ubican en los barcos que anclan a la vista de todos. En algunas de las playas, es posible alquilar los mismos toldos fijos año tras año. En realidad, estos trozos de tela marcan un territorio cuyos límites coincide con la sombra que proyectan sobre la arena.

Existen playas para diferentes usos y segmentos sociales. Las peores suelen estar frecuentadas por los extranjeros o 'guiris' que desconocen la zona. Algunas son preferidas por los jóvenes para interaccionar entre ellos y practicar el cortejo. Otras, son colonizadas por familias de primates humanos al completo, las cuales instalan un sofisticado mobiliario y establecen una zona de fuego con el que cocinar. A estos últimos se les denomina popularmente domingueros.

El caso más interesante de estratificación social reflejada en la playa que conozco es el de las Playas 1 y 2 del Sardinero, en Santander. El nombre proviene de la posición social del tipo de personas que las frecuentaban. En la 1, las arenas son más finas y por tanto de más calidad. En ésta, la burguesía tomaba "baños de ola" tapados hasta las orejas desde mediados del s. XIX. En la 2, más popular, uno podía comerse un bocadillo sin ser mal visto por los allí presentes. Aún hoy existen reminiscencias de aquella división clasista en la capital cántabra.

Tampoco en las playas uno debe mostrar sus debilidades ni por asomo. Si el agua está helada y una hembra pregunta a un macho "¿cómo está el agua?", entonces éste debe afirmar: "¡está buenísima!" o "el Caribe no refresca".

Pero sobre la arena también se relajan y disfrutan. Se aplican cremas protectoras unos a otros, juegan y duermen. El grooming o acicalamiento es una actividad frecuente entre la fauna playera. Las parejas más estables se inspeccionan el cuerpo el uno al otro, preferiblemente la espalda, en busca de irregularidades de la piel y hacen explotar los granos que están en fase más avanzada.

Apareamientos nocturnos

Algo que intriga a científicos de medio mundo y permanecerá cubierto de un halo de misterio durante mucho tiempo es el por qué los primates humanos seguimos marcando los océanos con orina, cuando hace cientos de millones de años que salieron del agua. Debe tratarse de un reflejo inconsciente producto de nuestro pasado acuático.

Por las noches, el escenario es frecuentado por primates completamente diferentes. Al caer el sol, las playas se convierten en lugar de apareamiento y se llenan de primates humanos que demuestran su amor de manera abierta. Para los más trasnochadores y afectados por las consecuencias de la marcha nocturna, las arena también puede servir de nido improvisado hasta que sale el sol.

En este punto, puede que el lector tenga la percepción de que es en estos ambientes donde sale el lado más casposo del ser humano. Nada más lejos de la realidad. Lo cierto es que las playas, al igual que los estadios de fútbol o las verbenas de los pueblos, son entornos en los que debido a su naturaleza pública, existe una continuidad con otros escenarios de la vida social de los primates humanos. La playa se ha convertido en un escenario más, donde queda reflejada la selva que todos llevamos dentro.

Fuente:

El Mundo Ciencia

Duelo de machos: Dinámicas de conflicto en primates

El dilema del prisionero es un problema clásico de la Teoría de Juegos que ejemplifica los conflictos de intereses que se dan entre dos personas o grupos cuando se enfrentan ante la decisión de colaborar o ser egoístas. Fue diseñado por el matemático norteamericano Melvin Dresher para demostrar las bases e importancia de la cooperación.

Imagine que la policía arresta a dos sospechosos de robo y les coloca en celdas separadas, de manera que no pueden comunicarse entre sí. Como no hay pruebas suficientes para condenarles a un castigo acorde con el delito, a los dos les conviene callarse para que la pena sea de tan solo seis meses. Pero un juez o policía les visita por separado y les ofrece el mismo trato: si delatas a tu compañero, tú sales libre y al cómplice le caerán 8 años de prisión.

Lo que suele ocurrir es que como ninguno de los dos sabe lo que hará el otro, ambos desconfían y finalmente se delatan, con lo que a ambos les cae la pena máxima. De haber confiado y permanecer callados, ambos se podrían haber librado en tan solo unos pocos meses.

Con algunos matices, éste es un dilema muy similar al que han tenido que hacer frente Mariano Rajoy y Luis Bárcenas. Al primero, por lo que se desprende de los sms publicados, probablemente le hubiera gustado cooperar para esconder lo sucedido. El problema está en que desde el principio ambos han desconfiado, y finalmente han decidido pasar a otro tipo de estrategias que también detectamos en los primates no humanos que habitan la selva.

Las alianzas son algo común entre los animales sociales, pero cuando éstas no son posibles para alcanzar un equilibrio, se emplean otros métodos. Los gorilas y chimpancés, por ejemplo, para demostrar a otros machos lo peligroso que puede llegar ser meterse con ellos, realizan demostraciones de fuerza a la vista de todo el grupo, cuyo objetivo es disuadir a los posibles rivales de una verdadera lucha abierta de la que ambos podrían salir gravemente heridos.

El castigo altruista

Los patadas que dan a los objetos los adolescentes o los portazos, puñetazos y gritos de algunos directivos tienen el mismo fin. Pues bien, ésta parece ser la estrategia que está siguiendo Bárcenas frente a Rajoy y otros altos cargos del PP. Con la publicación de parte de la información que posee, Bárcenas trata de demostrar su posición de poder y fuerza.

Pero si dos machos con vocación de dominantes entran en conflicto, ambos realizarán estas demostraciones de fuerza. Entonces se llegará a un equilibrio mediante el mecanismo del miedo mutuo. La táctica más empleada durante la guerra fría consistió en este tipo de tácticas, basadas en la intimidación y cuyo fin es que el contrario no inicie las hostilidades. Una manera violenta de evitar la violencia.

Lo que llama la atención es que en algunas de esas demostraciones, también pone en peligro su propia supervivencia. En biología evolutiva, a este fenómeno mediante el cual un individuo se daña a sí mismo para perjudicar a su enemigo, lo denominamos castigo altruista. Por el momento, sólo ha sido detectado en humanos, aunque puede que los chimpancés lo posean también.

Recuerdo que en una ocasión acudí a un seminario del doctorado con el filósofo y científico Camilo José Cela Conde. Allí nos contó un pasaje de 'Las mil y una noches' que lo ilustra a la perfección. Hace miles de años, un pastor que caminaba por el desierto se encontró una lámpara mágica. Al frotarla, apareció un genio que estaba dispuesto a concederle un deseo, con la única condición de que su enemigo recibiría el doble. El pastor escogió quedarse ciego de un ojo

Fuente:

El Mundo Ciencia
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