Latest Posts:

Mostrando las entradas con la etiqueta dinero. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta dinero. Mostrar todas las entradas

2 de noviembre de 2018

En la mente de un corrupto

A propósito de los vergonzosos audios del CNM, una exploración a la psicología de esos individuos que violan las leyes y los principios morales con tal de obtener poder, influencia, 10 o 1 millón de "verdecitos".



Hace 10 años, la psicóloga Susana Frisancho llevó a cabo un interesante estudio con un grupo de jueces peruanos.

Se reunió con cada uno de ellos por separado –eran 14, especializados y anticorrupción – y les presentó tres viñetas que contaban diferentes historias.

La primera historia era la de "María", la dueña de una lavandería, quien, como herramienta de marketing, prometía a sus clientes no mezclar su ropa con la de otros clientes. María sí la mezclaba, aunque solo ella y su equipo lo sabían.

La segunda, la del "juez Inga", quien para ascender a una plaza superior consignó en su hoja de vida maestrías y cursos que no había terminado y libros que no había escrito.

La tercera, la del "vocal Barriga", cuya sala emitía sentencias que habían sido preparadas previamente por grandes estudios de abogados.

La buena noticia fue que todos los jueces reconocieron que en los tres casos se incurría en transgresiones morales y aseguraron que ellos de ninguna manera las cometerían.

La mala, que la mayoría señaló que la razón por la que no las cometerían era evitar la vergüenza o la sanción que acarrearía ser descubiertos. Muy pocos indicaron que lo que les preocupaba era sentir culpa o vergüenza de sí mismo.

Indicio de psicopatía

Los vergonzosos audios del Consejo Nacional de la Magistratura (CNM) no solo han permitido destapar los mugrosos tratos que arreglan a escondidas las autoridades que se supone deben impartir justicia en el país, violando leyes y principios morales para obtener beneficios particulares.

Uno de los efectos más interesantes de estas revelaciones ha sido escuchar –como antes con los Petroaudios y los Vladivideos– el tono de esos acuerdos, la lógica que los conduce y el lenguaje con el que son expresados. Nos ha permitido atisbar, una vez más, en la mente de esa especie social no por despreciable menos fascinante: el corrupto.

Lo primero que hay que enfatizar es que un corrupto no es necesariamente una persona con un trastorno mental. "La corrupción no es una patología, pero sí está asociada a una: la psicopatía", explica el psicoanalista Jorge Bruce.

"La psicopatía es cuando, de manera inescrupulosa y sin tomar en cuenta a las demás personas se actúa exclusivamente en función del interés personal, a cualquier precio".

En otros términos, un corrupto no es necesariamente un psicópata, pero un psicópata probablemente sea alguien dispuesto a cometer actos de corrupción, es decir, violar la ley para obtener un beneficio.

Para el psiquiatra español Alberto Soler Montagud, la corrupción puede ser un síntoma de dos distintas patologías: el trastorno narcisista de la personalidad y el trastorno antisocial de la personalidad.

Los corruptos narcisistas –ha escrito– están convencidos de ser superiores, se caracterizan por un patrón de grandiosidad, necesitan ser admirados y carecen de empatía para conectar con los otros.

Los antisociales, por su lado, son manipuladores y explotadores, violan sistemáticamente los derechos de los demás y son propensos a cometer actos delictivos. No aceptan la culpa de los delitos que cometen y nunca muestran arrepentimiento.

¿Grandiosidad? ¿Carencia de empatía? ¿Manipulación? ¿Ausencia de arrepentimiento? El lector es libre de asociar con estas categorías a cualquiera de los delincuentes y mafiosos que hemos tenido y tenemos aún en el país.

El artículo completo en: La República (Perú)

15 de octubre de 2018

La estrecha relación entre los paraísos fiscales y el cambio climático

Un nuevo estudio de la Universidad de Estocolmo alerta sobre el papel de los paraísos fiscales en la destrucción del medio ambiente.

Según la estimación de un informe elaborado por Amigos de la Tierra Internacional (ATI), con el dinero que los gobiernos pierden por culpa de la existencia de los paraísos fiscales, en los próximos 15 años se podría abastecer a África, América Latina y gran parte de Asia al 100% con energías renovables. En otras palabras, los ingresos públicos que se pierden a través de los paraísos fiscales alcanzarían para suministrarle en 2030 a la mitad de la población mundial 100% de energías renovables. 

Afluente del Amazonas, cerca de Manaos, dañado por los procesos de deforestación.

La revista Nature Ecology & Evolution ha publicado un informe realizado por el Centro de Resiliencia de la Universidad de Estocolmo en el que analizan el uso de los paraísos fiscales por parte de los conglomerados agroindustriales que operan en la selva amazónica y las empresas pesqueras involucradas en actividades ilegales.

El estudio denuncia que el uso de los territorios con una fiscalidad laxa y el secreto financiero que les proporcionan ha reforzado las industrias vinculadas a la deforestación amazónica y al agotamiento de recursos naturales.

En dicha investigación se han analizado los datos del banco central brasileño para poder determinar las relaciones de las principales multinacionales agroalimentarias que operan en el país y los paraísos fiscales. Los datos analizados, correspondientes al periodo entre 2000 y 2011 ya que no existen datos posteriores, revelan que al menos nueve de los mayores productores mundiales de soja y carne de vacuno, dos industrias consideradas como los principales impulsoras de la deforestación, utilizan subsidiarias en este tipo de territorios para financiar sus operaciones en la selva amazónica. Cerca del 70% del capital extranjero, unos 18.400 millones de dólares, llegó a las empresas que operan en Brasil tras pasar por complejos de ingeniería fiscal y flujos de capitales usando subsidiarias de las propias empresas en territorios donde la factura fiscal es prácticamente nula y que brindan a estas empresas opacidad en sus operaciones.

Según los investigadores, “la prueba directa de causalidad sigue siendo esquiva” ya que es imposible establecer un vínculo directo entre el flujo de capital procedente de los paraísos fiscales, el uso de la tierra y el daño ambiental, pero alertan que la falta de transparencia asociada a las operaciones en los paraísos fiscales dificulta a los organismos de control y a los investigadores el seguimiento de la forma en que la financiación extraterritorial puede afectar a las operaciones sobre terreno.

En cambio, para el economista e integrante de la Plataforma contra los Paraísos Fiscales, Walter Acis, la relación es clara ya que, como explica a El Salto, el que este tipo de empresas contaminantes aprovechen las ventajas fiscales y de opacidad que les ofrecen estos territorios al localizar sus subsidiarias en ellos “facilita una sobre acumulación (capitalización de beneficios que no rinden impuestos), lo que permite potencialmente aumentar su capacidad inversora en procesos que aceleran el cambio climático”.
El 70% de los buques identificados por la Interpol como responsables de llevar a cabo actividades de pesca ilegal tienen banderas de paraísos fiscales
Esta misma investigación también se ha adentrado en la estructura fiscal de las grandes empresas pesqueras. El informe descubre que el 70% de los buques identificados por la Interpol como responsables de llevar a cabo actividades de pesca ilegal o no regulada tienen, o han tenido, banderas de paraísos fiscales. Estas grandes empresas pesqueras usan, principalmente, los mismos países que utilizan las grandes multinacionales de cruceros para evadir impuestos y funcionar de una manera opaca a las regulaciones internacionales: Panamá y Belice.

Esta investigación, por el momento, solo abarca estos dos sectores, pero, según explica el responsable del área de Cambia Climático de Ecologistas Javier Andaluz a El Salto, hay que tener en cuenta que los principales sectores económicos responsables de las emisiones de CO2, tales como el energético, minería o el transporte, “alcanzan su máxima expresión con el capitalismo globalizado”, y alerta que en este sentido “tienen relevancia todos los mecanismos que engrasan y facilitan el flujo global de recursos materiales y energéticos, como son los paraísos fiscales, pero también los tratados comerciales (llamados de ‘libre comercio’) que fomentan las inversiones y los flujos comerciales garantizando los intereses de las grandes firmas capitalistas y debilitando la capacidades de regulación de los estados nacionales”.

Lea el artículo completo en: El Salto

7 de septiembre de 2018

Las indulgencias, pasaportes para llevar el alma al Paraíso

Según la RAE, las indulgencias son la remisión ante Dios de la pena temporal correspondiente a los pecados ya perdonados, que se obtiene por mediación de la Iglesia, y según la etimología viene del latín indulgentia (benevolencia, bondad o exención de algo, siempre de un superior a un inferior), nombre derivado del verbo indulgeo (ser indulgente o conceder). Establecidas las bases, entremos en la cuestión histórica.



Los primeros antecedentes de la práctica de las indulgencias se remontan al siglo III, cuando las penitencias impuestas a los pecados considerados especialmente graves eran muy severas. Así que, para recuperar a la oveja descarriada, se fue reduciendo la duración y la gravedad de las penas impuestas, sólo a determinadas personas recuperables para la causa y que, a cambio de esa reducción, realizasen determinadas acciones (peregrinación, mortificación, ayuno…) o prestación de servicios, como la primera indulgencia plenaria concedida por el Papa Urbano II en el siglo XI a cuantos participaran en aquella Primera Cruzada contra los infieles. Miles y miles de cristianos de toda clase y condición tomaron la cruz al grito de…
Dios lo quiere.
A partir del siglo XII, la práctica de las indulgencias comenzará a extenderse por toda la Iglesia y, de paso, a pervertir su espíritu hasta convertirse en un auténtico mercado para obtener financiación y los compradores el perdón de sus pecados. Pero Sixto IV fue un poco más allá…
Los que murieron en la luz de la caridad de Cristo pueden ser ayudados por las oraciones de los vivos. Y no sólo eso. Si se dieren limosnas para las necesidades de la Iglesia las almas ganarán la indulgencia de Dios.
Hasta la fecha, los beneficiarios de las indulgencias eran los vivos, pero ahora los vivos podían comprar un pasaje en un crucero de lujo para que sus difuntos saliesen del aterrador purgatorio, donde se redimían las penas, y alcanzar el paraíso celestial. Otra ventaja de este mercado, a diferencia de otros Papas que vendieron reliquias más falsas que Judas u obtenidas de expoliar tumbas de santos, era que al no entregar nada a cambio era un producto inagotable. Una legión de curas recorrieron ciudades y pueblos vendiendo humo que los temerosos de Dios compraban en beneficio de sus difuntos…
pasaportes para llevar el alma al Paraíso
En 1517, el dominico Johannes Tetzel recorría Alemania, como un vendedor ambulante, recaudando fondos para el Papa León X con la venta de indulgencias. Se podían comprar de dos tipos: a posteriori, que liberaban el alma de algún ser querido del purgatorio y a priori, para futuros pecados que pudieses cometer. Ante esta inmoralidad, el 31 de octubre 1517 Lutero clavó sus 95 tesis en la puerta de la Iglesia del Palacio de Wittenberg atacando el mercantilismo de la salvación de las almas. Además, haciendo uso de las últimas tecnologías, la imprenta, consiguió que en sólo dos meses sus tesis fuesen conocidas en toda Europa. Aunque en un principio León X no hizo mucho caso de aquel loco solitario, la buena acogida que tuvo, sobre todo en el centro y norte de Europa, le obligó a tomar cartas en el asunto antes de que le reventase el negocio. En 1521 publicó la bula Decet Romanum Pontficem en la que excomulgaba a Lutero. Lejos de ponerle freno a la contienda, las tesis de Lutero sirvieron para plantear desde varios países de Europa una reforma de la Iglesia. De este movimiento nacería la llamada Reforma protestante que llevaría al cisma de la Iglesia católica, origen del protestantismo (luteranismo y calvinismo principalmente).



Pero también hubo algún comprador que dejó al vendedor de indulgencias compuesto y sin… dinero. El conde de Villamediana, Juan de Tassis, escuchaba atentamente una homilía en la que el párroco se centró en el tema de las almas que vagaban en el purgatorio y de cómo se les podía librar de aquel sufrimiento: un donativo les proporcionaría su viaje al cielo donde ya serían felices cual perdices en primavera. Cuando terminó la eucaristía, el conde se acercó a la sacristía y dejó una moneda de oro sobre la mesa del párroco. Éste, sorprendido por su fama de tacaño, le dijo…
Excelencia, acabáis de sacar un alma del purgatorio.
Padre, ¿las almas que salen del purgatorio pueden volver por alguna razón? -le preguntó el conde.
El cura le dijo que una vez en el cielo ya no era posible volver al purgatorio. El conde cogió la moneda que todavía estaba en la mesa y le dijo…
Pues siendo así, esta moneda ya no os hará falta.
Venta de indulgencias, en la película Lutero (2003). Vemos al padre dominico Johann Tetzel (interpretado por Alfred Molina) realizando su efectiva campaña de marketing....


Hasta la próxima amigos

Lic. Leonardo Sánchez Coello
leonardo.sanchez.coello@gmail.com

5 de junio de 2018

El oro es tiempo: Los minutos son el bien más preciado del siglo XXI

El documental 'Ladrones de tiempo' analiza la cada vez más complicada gestión de nuestros horarios.

Somos hijos del dios Cronos. Sin apenas darnos cuenta, nos hemos convertido en nuestros propios agentes de viaje y los cajeros de nuestro supermercado y sucursal bancaria; montamos nuestros muebles y hasta tomamos nuestro pedido en algún restaurante.

La máxima capitalista que asegura que el tiempo es oro toma una nueva dimensión. Ahora, además de hacer horas extra en nuestra empresa, somos en algún momento del día trabajadores de otras de las que antes éramos solo clientes. A cambio de nuestro tiempo, recibimos una rebaja en el precio de sus productos. Y así es como cada vez tenemos horarios más complicados.

El documental Ladrones de tiempo que se proyecta en el festival DocsBarcelona 2018, repasa la importancia de las horas, minutos y segundos, convertidos en la moneda de cambio más universal y codiciada. La alemana Cosima Dannoritzer (Dortmund, 1965) amplía su análisis sobre el tiempo en la sociedad de consumo tras estrenar Comprar, tirar comprar en 2010.

Pregunta. En su documental, se presenta el tiempo como si fuera la mayor religión del mundo.
Respuesta. En principio, era un factor biológico. Hasta la tribu africana más remota depende, aunque sea ligeramente, del tiempo. El problema es que, con la llegada de la Revolución Industrial, se ha convertido en un factor social. El trabajo, por ejemplo, es un intercambio de tiempo por dinero.

P. Y de trabajadores precarios pasamos a ser también clientes precarios.
R. Las gasolineras ya son autoservicio, con una cámara de seguridad en vez de empleados y hasta las bibliotecas públicas nos obligan a aprender a gestionar nuestros préstamos. Invertimos cinco minutos de aquí, otros 10 de allá… Poco a poco, ese fenómeno va creciendo y acumulando nuestro tiempo mientras se destruyen millones de empleos.

P. El de "trabajador parcial" es un concepto inventado para el documental.
R. Los manuales empresariales nos denominan así desde hace 50 años. Eso sí, lo somos sin poder elegirlo. Y sin formación, ni contrato, ni derechos laborales.

P. Si las empresas llevan décadas estudiando de forma exhaustiva la gestión del tiempo para que sus trabajadores ahorren medio segundo en las cadenas de montaje, ¿No podemos los ciudadanos aprenderlo también?
R. Cada vez es más común ver a compañías que descuentan del sueldo de sus trabajadores las pausas para ir al baño. La mejor forma de recuperar parte del control del tiempo, algo que es nuestro, es dedicar algunas horas a la semana a estar fuera del sistema; a dejar de ser productivos de forma voluntaria.

El artículo completo en:

El País (España)

9 de mayo de 2018

El conocimiento es el nuevo dinero: tienes que seguir aprendiendo cada día

Cuando Benjamin Franklin dijo que «una inversión en conocimiento paga el mejor interés», se olvidó de puntualizarnos a qué conocimiento se refería exactamente y dónde podía obtenerse. Sin embargo, en aquellas palabras subyace una verdad esencial cocinada en el actual contexto tecnológico y social: que el conocimiento tiene muchísimo más valor que el dinero. Más valor desde el punto de vista crematístico, pero también psicológico.

Así pues, si Franklin viviera ahora mismo, no solo repetiría su sentencia con más firmeza, sino que se entusiasmaría al conocer las posibilidades que ofrece la tecnología para desmonetizar los bienes y servicios.

Desmonetización

Gracias a la tecnología, la mayor parte de los productos y servicios que antes eran caros ahora resultan mucho más baratos y, en algunos casos, incluso son gratuitos. La gratuidad suele aparecer en aquellos productos que pueden digitalizarse (transformarse de átomos a bits), es decir, los productos susceptibles de un coste marginal próximo a cero. Por ejemplo, el buscador de Google, la enciclopedia Wikipedia o las miles de horas de entretenimiento audiovisual de YouTube.
En su libro Abundancia, Peter Diamandis, uno de los fundadores de la Singularity University, pone una serie de ejemplos de desmonetización, haciendo hincapié en el smartphone. Si bien parece un dispositivo caro, en realidad estamos empleando una contraparte un millón de veces más barata y mil veces más potente que una supercomputadora de 1970, y además nos ahorramos adquirir muchas otras cosas:
Cámaras, radios, televisiones, navegadores de Internet, estudios de grabación, salas de edición, cines, navegadores GPS, procesadores de texto, hojas de cálculo, estéreos, linternas, juegos de mesa, juegos de cartas, videojuegos, toda una gama de aparatos médicos, mapas, atlas, enciclopedias, diccionarios, traductores, manuales, educación de primera categoría, y la siempre creciente y variada colección conocida como el app store. Hace diez años la mayoría de estos bienes y servicios solo estaban disponibles en el mundo desarrollado; hoy casi cualquiera y en cualquier lugar puede tenerlos.
El coste de la energía también va a desplomarse en breve gracias a la mayor eficiencia de las placas fotovoltaicas. El transporte personal podrá compartirse gracias al blockchain y el de mercancías será autónomo. La inteligencia artificial asumirá muchas tareas automáticas que encarecen los servicios, tanto médicos como financieros o legislativos. La fabricación se democratizará gracias a las impresoras 3D y nos acabaremos convirtiendo en prosumidores (productores + consumidores).
En otras palabras, para vivir de forma medianamente confortable no será necesario ganar demasiado dinero. De hecho, gracias a las iniciativas de renta universal básica que ya se están experimentando, puede que ni siquiera necesitemos trabajar. O, al menos, no demasiadas horas al día.
Ante este panorama, ganar más dinero solo servirá para obtener bienes conspicuos o servicios exclusivos que nos desmarquen socialmente de nuestros semejantes. El dinero, en ese sentido, quedará más que nunca, porque será fácil de obtener y servirá para poco.

El dinero no te hace feliz

Pero no solo el dinero irá perdiendo progresivamente su valor, sino que éste ni siquiera fue tan rutilante como habíamos creído.
Cuando decimos que no tenemos tiempo para aprender algo nuevo o para leer un libro generalmente se debe a que estamos invirtiendo ese tiempo en ganar más dinero, directa o indirectamente. La mayoría de veces nos preocupamos en ganar más dinero porque creemos que así seremos más felices: podremos viajar más, comprar más cosas, disponer de una vivienda más confortable, adquirir ropa más cara y, en definitiva, cumplir todos esos sueños que reflejan los anuncios de la Lotería.
Una vez obtenido un mínimo para vivir cómodamente, el dinero extra apenas afecta a nuestro bienestar psicológico
Sin embargo, todos los experimentos que se realizan sobre el vínculo entre felicidad y dinero concluyen que, una vez obtenido un mínimo para vivir cómodamente, el dinero extra apenas afecta a nuestro bienestar psicológico. Por ejemplo, un estudio reciente ha sugerido que la gente que gana más de 90.000 dólares al año no es más feliz que la que está en la franja entre los 50.000 y los 89.999 dólares. Incluso ganar la Lotería tiene un efecto sorprendentemente efímero en nuestro bienestar, como explica Nicholas A. Christakis en su libro Conectados al comparar a estos agraciados con pacientes aquejados de una enfermedad:
En realidad, el seguimiento de personas que han ganado la lotería y de pacientes con daños en la médula espinal revela que, al cabo de un año o dos, esas personas no son más felices ni más tristes que los demás.

El artículo completo en:

Foro Económico Mundial

27 de noviembre de 2017

Isaac Newton perdió millones en la bolsa apostando por ganar una fortuna en América Latina

"Puedo calcular el movimiento de las estrellas, pero no la locura de los hombres", dijo Sir Isaac Newton tras perder su fortuna en la burbuja de la Compañía de los Mares del Sur, una manía de especulación que arruinó a muchos inversores británicos en 1720.


Fue esa especulación financiera la que originó el término "burbuja" y, a pesar de los siglos que han pasado, sigue muy presente y ha adquirido dimensiones mitológicas.

La Compañía de los Mares del Sur (South Sea Company o SSC) había sido fundada en 1711 bajo la suposición de que la Guerra de Sucesión española, que estaba por finalizar, terminaría con un tratado que permitiría intercambios comerciales con las colonias españolas en el Nuevo Mundo. 

A la reina británica Ana se le asignó el 22,5% de las acciones de SSC. 

Las acciones de la firma, con un interés garantizado del 6%, se vendieron muy bien, gracias a la promesa de las inmensas riquezas que albergaba Sudamérica

Todo el mundo había oído hablar de las minas de oro y plata de Perú y México, consideradas inagotables. 

Circuló, incluso, un informe que aseguraba que España estaba dispuesta a conceder cuatro puertos en las costas de Chile y Perú, que incrementó la confianza en el negocio. 

No obstante, Felipe V de España nunca tuvo la intención de admitir a los ingleses en sus puertos americanos y el Tratado de Utrecht de 1713 fue menos favorable de lo esperado.

Lea el artículo completo en: la web de la BBC

23 de noviembre de 2016

Cómo funciona el "malware" que hace escupir dinero a los cajeros electrónicos

Lo hemos visto en el cine y para muchos es una fantasía irrealizable: dar con un cajero automático que comienza a soltar más dinero del que hemos solicitado, sin que esa diferencia afecte el saldo de nuestras cuentas. Es decir: un cajero que nos entregue billetes de regalo.


Pues bien, una empresa de ciberseguridad rusa advirtió este miércoles sobre un ataque coordinado a varios cajeros automáticos en Europa mediante un malware o software malicioso para hacerlos escupir dinero. "12 ataques por segundo": cuáles son los países de América Latina más amenazados por "malware" Todo eso, sin que nadie meta una tarjeta o digite una clave.

El ataque ha sido llamado "botín sin contacto" (touchless jackpotting, en inglés). De acuerdo al grupo ruso IB, los piratas informáticos acceden de una forma remota a los centros de información de los bancos y allí instalan el programa que les permite configurar varios cajeros electrónicos de modo tal que entreguen dinero en efectivo de forma simultánea y a horas predeterminadas.

Y, claro, otros miembros de la organización se encargan de hacer de "mulas" del dinero: van a los cajeros a recogerlo. 

"Esta técnica no involucra ninguna manipulación física de los cajeros automáticos. Y en un solo golpe han sacado hasta US$400.000", dijo el grupo en el informe. 

Los países afectados por el ataque han sido Armenia, Estonia, Holanda, España, Polonia y Reino Unido, pero la empresa no entregó detalles sobre las entidades financieras. 

"Hemos visto este tipo de ataques coordinados en Rusia desde 2013", le dijo a la BBC Dmitriy Volkov, quien trabaja para IB. 

"La amenaza es grave. Los atacantes acceden a la red interna de los bancos, pero sobre todo a la información confidencial. Eso les permite robar de esta manera a los bancos", agregó Volkov.

El artículo completo en:

BBC 

19 de marzo de 2015

Tus excrementos te pueden ayudar a ganar dinero


Ir al baño con regularidad podría generarle mucho dinero. La organización sin fines de lucro OpenBiome, está pagando 40 dólares a cada voluntario que done sus heces fecales. 
El objetivo principal es realizar la investigación de la cura contra la superbacteria C -Clostridium Difficile, causante de enfermedades tales como la colitis o complicaciones más complejas como la inflamación severa del intestino, según informa BBC Mundo. 

Estas infecciones reaparecen en ocasiones luego de un tratamiento con antibióticos, pero pueden curarse en el 90% de los casos con un transplante fecal, que ofrece una forma de repoblar los intestinos de una persona enferma con la flora intestinal de una persona saludable.

"Enviamos nuestras primeras muestras a hospitales en 2013 y ahora suministramos materias fecales a más de 200 hospitales y cínicas en 39 estados de Estados Unidos", señaló Carolyn Edelstein, vocera de OpenBiome, en declaraciones a BBC Mundo.

Según informa el citado medio, la compañía paga 40 dólares por muestra. También ofrece un bono de 10 dólares si la persona dona por cinco días seguidos. De esta forma se puede obtener hasta US$250 a la semana. 

Sin embargo, sólo se aceptan contribuciones de individuos sanos, de hábitos impecables, que pasen una larga serie de pruebas estrictas. Sólo un 4% de los miles de candidatos han sido aceptados en los últimos dos años.

Los requisitos para ser voluntario son tener entre 18 y 50 años, un índice de masa corporal por debajo de 30 y poder hacer donaciones frecuentes, durante 60 días, en sus instalaciones. Previamente, los interesados habrán tenido que responder un cuestionario de  más de 100 preguntas para descartar problemas de metabolismo o enfermedades autoinmunes, luego serán sometidos  a 27 pruebas de sangre y materias fecales. 

Fuente:

RPP Noticias
google.com, pub-7451761037085740, DIRECT, f08c47fec0942fa0