Latest Posts:

Mostrando las entradas con la etiqueta clima. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta clima. Mostrar todas las entradas

21 de junio de 2022

"Perdiendo la Tierra" o el Apocalipsis Climático

En el año 1967, un satélite soviético -la sonda espacial Venera 4- envió la primera señal a la Tierra. Las altas temperaturas del planeta Venus eran causadas por el dióxido de carbono con el que estaba compuesta su atmósfera. Por eso, la vida en Venus es imposible. Si alguna vez la hubo, se perdió a medida que la luz del sol fue aumentando y las aguas se evaporaron. Con el ejemplo de Venus empezaron las predicciones poco favorables para el planeta Tierra. Desde ese momento ya estaba comprobado: de seguir con el uso indiscriminado de combustibles fósiles, acabaríamos sin origen ni destino, como los protagonistas de una novela distópica.

La voz de alarma llegaría tras la primera Conferencia Mundial sobre el Clima, celebrada en Ginebra en 1979. Entonces se supo que cuando duplicásemos la cantidad de dióxido de carbono, el mundo aumentaría tres grados centígrados su temperatura. Pero no sirvió de mucho la advertencia. Es más, cada vez que surgía alguna voz crítica ante la creatividad destructiva de nuestra especie, la persona portadora de la denuncia quedaba marcada como aguafiestas o fatalista. Porque si se cuantificaba el grado de incertidumbre de tales afirmaciones, se llegaba a la conclusión de que existía una previsibilidad imperfecta de los hechos.

Poco después de la citada conferencia, en 1981, cuando Ronald Reagan fue elegido presidente de los Estados Unidos, la producción de carbón en el suelo norteamericano se incrementaría. Cuando desde el Consejo de Calidad Ambiental se realizó un informe para alertar al presidente de que los combustibles fósiles podrían alterar la atmósfera de la Tierra hasta convertirla en el erial de un mal sueño, el presidente Reagan consideró la posibilidad de eliminar el Consejo de Calidad Ambiental.

De esta manera, como si la realidad hiciese trampas, Reagan siguió jugando con políticas  destructivas, no sólo medioambientales sino también económicas. Pero lo que más irrita ahora es saber que el desastre se pudo haber evitado, que hubo un momento de nuestra historia en el que estuvimos a tiempo para librar a nuestros herederos del apocalipsis climático. Sí.

Estas cosas las recoge el escritor estadounidense Nathaniel Rich en su ensayo Perdiendo la Tierra, recientemente publicado por Capitán Swing. Aunque se trata de un libro de historia y denuncia ecológica, hay veces que Nathaniel Rich parece operar desde la ficción, desde una de esas novelas apocalípticas que ya forman parte de un género bautizado como Ficción Climática (Cli-Fi) y donde siempre aparece el cadáver de un mundo en el que los perros ladran en señal de duelo.


 

22 de noviembre de 2019

"Buenos Aires será como Sídney y Londres como Barcelona": el mapa del cambio climático en más de 500 ciudades


En el año 2050 la ciudad mexicana de Guadalajara tendrá un clima similar al que tiene actualmente Lahore, en Pakistán, y Los Ángeles, en Estados Unidos, tendrá temperaturas semejantes a las de Hargeisa, en Somalia.

Eso es lo que se desprende de un nuevo estudio que estima el impacto futuro del cambio climático.

La investigación fue realizada por Crowther Lab, un grupo de investigación que forma parte de la Universidad EHT Zurich de Suiza.

El estudio calculó aumentos probables de temperatura en 520 ciudades de más de un millón de habitantes para 2050.


Los autores afirman por ejemplo, que Nueva York tendrá un clima similar al que tiene ahora Virginia Beach, Madrid al de Marrakech y Londres al de Barcelona.
 
Tanto Buenos Aires como Montevideo tendrán las temperaturas de Sídney.

Más lluvias y sequías

Cerca de 8 de cada 10 ciudades experimentarán cambio dramáticos, de acuerdo al estudio.
El informe señala que los aumentos de temperatura estarán acompañados de otros problemas, como lluvias más intensas y períodos de sequía más severos.

El estudio señala que muchas ciudades en climas actualmente templados sufrirán escasez de agua, especialmente en Europa, donde el aumento de temperatura debido al cambio climático puede llegar a 3,5 grados en el verano y 4,7 grados en invierno.

Uno de los escenarios más preocupantes es el de ciudades como Yakarta y Kuala Lumpur que, de acuerdo a los investigadores, experimentarán condiciones no vistas en ningúncentro urbano en el mundo.

El artículo completo en: BBC Mundo

Y el estudio más detallado en PLOS
 

20 de agosto de 2019

“Las plantas están estresadas, florecen en épocas en las que no toca”

Botánica y genetista del Instituto Salk, es una de las ganadoras del Premio Princesa de Asturias de Investigación por su revolucionario proyecto sobre el empleo de cultivos en la reducción de CO2 


Joanne Chory cree que una de las herramientas más efectivas para frenar el cambio climático está delante de nosotros. No hay que fabricar nada. Es algo que naturalmente se lleva perfeccionando millones de años y solo hay que dirigir el proceso un poco para que tenga un importante impacto en la reducción de CO2 . Con una modificación genética, las plantas pueden desarrollar raíces más duras y profundas que contengan parte del CO2 que normalmente expulsan a la atmósfera al pudrirse. A gran escala, si se aplica en los grandes cultivos de cereal en el mundo, podría reducir en un 20% la emisión de dióxido de carbono que está provocando el cambio climático. La idea de Chory (Boston, 63 años) le ha valido el Premio Princesa de Asturias de Investigación de este año. Chory recibió a EL PAÍS en su despacho del Instituto Salk en La Jolla, California. Los síntomas del párkinson que le diagnosticaron hace 15 años son ya muy visibles. Aun así, sigue acudiendo a diario a trabajar. Si acaso, es un estímulo para correr más deprisa en la batalla por el planeta.

PREGUNTA. Cuando empezó a estudiar la genética de las plantas, hace 30 años, el calentamiento global solo lo estudiaban los expertos en el clima, no preocupaba a otras disciplinas.
RESPUESTA. Sí, el resto de la comunidad científica estaba dormida. Los periódicos apenas hablaban de ello. El debate estaba circunscrito a la climatología. Como en todo, en la ciencia hay un mainstream. No sé de quién es la culpa, o si hay una culpa. Quizá la gente no tenía suficiente información para darse cuenta de que el problema lo estábamos causando nosotros.

P. ¿Qué efecto tiene el cambio climático en las plantas?
R. Todas las plantas están estresadas. Es fácil de ver desde hace 20 años. Yo lo noto en mi jardín: todo florece cuando no toca. Tengo una magnolia china que está dando flor en medio del invierno, no tiene ningún sentido. Y luego se muere en verano, cuando debería estar verde y bonita. Suelo decir que mi magnolia vive en la zona horaria de China y tiene jet lag.

P. Su proyecto en cuestión, ¿cómo favorece que las plantas participen en la lucha contra el cambio climático?
R. El objetivo es ayudar a las plantas a redistribuir parte del dióxido de carbono que absorben normalmente con la fotosíntesis. Es decir, toman CO2 del aire y agua de la tierra, y por medio de la fotosíntesis lo convierten en azúcares. Cuando la planta muere, esos azúcares vuelven a la atmósfera transformados de nuevo en dióxido de carbono. Nuestro proyecto trata de que la planta guarde ese CO2 en una parte que sea resistente a la descomposición. Los niveles de CO2 son más altos en invierno, cuando sucede la descomposición, y más bajos cuando las plantas están creciendo. Eso nos indica que hay una forma de facilitar que las plantas ayuden a reducir el dióxido de carbono.

P. ¿Cómo son esas plantas modificadas?
R. Tienen raíces más profundas y producen más suberina, que es básicamente corcho. Ahí almacenan carbono. En sequías, eso evita que se seque la planta. Y si hay mucha agua evita que se ahogue. Le hacemos fabricar más corcho, en raíces más grandes y más profundas. La planta absorbe la misma cantidad de CO2, y nuestro trabajo afecta solo a la manera en que lo distribuye. En vez de ponerlo en las hojas, que se descomponen y lo devuelven a la atmósfera, lo ponemos en ese tejido, dentro del suelo y estable. Para reducir el nivel de dióxido de carbono de la atmósfera puedes utilizar máquinas muy grandes y caras. O puedes dejar que las plantas hagan lo que saben hacer y llevan perfeccionando durante 500 millones de años. Solo queremos entrenarlas para que una parte del CO2 lo entierren en lugar de soltarlo todo a la atmósfera.

El artículo completo en: El País (Ciencia)
 

9 de junio de 2019

El 2050 los seres humanos llegarán a su fin, con una "alta probabilidad"

Un nuevo y aterrador informe sobre cambio climático pone fecha de no retorno a la humanidad.


Se trata del informe científico más aterrador hasta la fecha. El nuevo análisis, llevado a cabo por un centro especializado australiano, Breakthrough National Centre for Climate Restoration, y respaldada por un ex jefe del ejército de Australia, sugiere llevar a cabo un esfuerzo "similar a la movilización de emergencia de la Segunda Guerra Mundial" para evitar las catástrofes que implican este escenario; entre ellas, una "alta probabilidad de que la civilización humana llegue a su fin" en 2050 si no se toman medidas de mitigación en la próxima década.

El fin del cambio climático no es inevitable, pero la situación es cada vez más desesperada. Sin una acción inmediata y drástica, este análisis predice que para 2050, el cambio climático podría convertirse en una "amenaza existencial para la civilización humana" que nunca podrá deshacerse.

Así las cosas, este think tank australiano afirma que el resto de investigaciones publicadas hasta ahora son erróneas: los riesgos del cambio climático son, en realidad mucho, mucho, peores de lo que nadie puede imaginar.

La tesis central del artículo es que
las predicciones de los científicos del clima son demasiado limitadas. El cambio climático afectará al planeta en un futuro cercano y la crisis climática actual, dicen, es más grande y más compleja de lo que cualquier humano haya tratado antes.

Modelos climáticos generales, como el que utilizó el Panel de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (IPCC) en 2018 para predecir que un aumento de la temperatura global de 2 grados centígrados podría poner en riesgo a cientos de millones de personas no tuvo en cuenta la gran complejidad de los muchos procesos geológicos interconectados de la Tierra; como tales, no logran predecir adecuadamente la escala de las posibles consecuencias. La verdad, escribieron los autores, es probablemente mucho peor de lo que cualquier modelo pueda imaginar.

¿Cómo se acabará el mundo?
 
¿Qué expectativa de futuro queda? Los autores del trabajo ofrecen un escenario particularmente sombrío que comienza con los gobiernos del mundo "ignorando cortésmente" el consejo de los científicos y la voluntad del público de descarbonizar la economía (encontrando fuentes de energía alternativas), lo que resulta en un aumento de la temperatura global de 3 ºC para el año 2050. En este punto, las capas de hielo del mundo se desvanecen; las brutales sequías matan a muchos de los árboles en la selva amazónica (eliminando una de las mayores compensaciones de carbono del mundo); y el planeta se sumerge en un circuito de retroalimentación de condiciones cada vez más calientes y más letales.
"El 35% de la superficie terrestre global y el 55% de la población mundial están sujetos a más de 20 días al año de condiciones de calor letal, más allá del umbral de la supervivencia humana", plantean los autores.

Mientras tanto, las sequías, las inundaciones y los incendios forestales devastan regularmente la tierra. Casi un tercio de la superficie terrestre del mundo se convierte en desierto. Los ecosistemas enteros colapsan, comenzando con los arrecifes de coral del planeta, la selva tropical y las capas de hielo del Ártico. Los trópicos del mundo son los más afectados por estos nuevos extremos climáticos, que destruyen la agricultura de la región y convierten a más de mil millones de personas en refugiados.
 
Este movimiento masivo de refugiados, junto con la reducción de las costas y las severas caídas en la disponibilidad de alimentos y agua, comienza a estresar el tejido de las naciones más grandes del mundo. Los conflictos armados por los recursos, tal vez que culminan en una guerra nuclear, son probables.

El resultado es un "caos absoluto" y quizás "el fin de la civilización humana global como la conocemos".

¿Cómo se púede prevenir esta catástrofe?

Aceptando globalmente el cambio climático y poniéndonos a trabajar de inmediato como si de una emergencia vital se tratara. Según los autores del artículo, a la raza humana le queda aproximadamente una década para organizar un movimiento global para hacer la transición de la economía mundial a un sistema de cero emisiones de carbono. (Para lograr emisiones de carbono cero es necesario no emitir carbono o equilibrar las emisiones de carbono con la eliminación de carbono). El esfuerzo requerido para hacerlo "sería similar a la movilización de emergencia de la Segunda Guerra Mundial", escribieron los autores.

El nuevo documento de política fue respaldado con un prólogo del almirante Chris Barrie, un jefe de defensa australiano retirado y comandante de la marina real senior que ha testificado ante el Senado australiano sobre las posibilidades devastadoras que el cambio climático representa para la seguridad nacional y el bienestar humano en general.
"La vida humana en la Tierra puede estar en vías de extinción, de la manera más horrible", explicó Barrie.

Referencia: 
 
The Breakthrough National Center for Climate Restoration: https://docs.wixstatic.com/ugd/148cb0_a1406e0143ac4c469196d3003bc1e687.pdf


7 de febrero de 2019

En toda la Costa pueden ocurrir lluvias similares a las registradas en Barranca

Debido a la alta humedad que se presenta, informó la meteoróloga del Senamhi, Vania Aliaga.


La lluvia torrencial que soportó esta madrugada la provincia de Barranca, en la región Lima, podría volver a repetirse en esta jurisdicción o en otras zonas de la Costa, incluso en Lima, por la alta disponibilidad de humedad que se presenta, advirtió la especialista del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi), Vania Aliaga.

“En toda la costa se registra una alta disponibilidad de humedad y, por lo tanto, podrían generase fuertes precipitaciones pluviales, por lo que las autoridades deben estar alertar para prevenir daños personales y materiales”, puntualizó la meteoróloga a la Agencia Andina. 

Afirmó que se estima que el acumulado pluvial en Barranca llegó a 5 milímetros, más al norte, por ello la afectación que ha dejado, como inundación de viviendas y otras infraestructuras.

“Es inusual que llueva de esa forma en la Costa, pero desde fines de enero y ahora en febrero hay un gran aporte de humedad en toda la zona costera, que está relacionada con el calentamiento del mar. Cuando el mar se calienta permite mayor evaporación, por lo tanto, mayor disponibilidad de humedad y eso es lo que está pasando actualmente. Al tener humedad toda la atmósfera está latente a que se originen lluvias”, explicó.
 
Aliaga remarcó que el verano está siendo muy húmedo y es probable la ocurrencia de intensas lluvias.
 
También mencionó que para hoy existe una una alta probabilidad de precipitaciones pluviales fuertes en varios distritos de Lima, sobre todo en la zona este.
 
 

5 de febrero de 2019

Atención: sepa cómo evitar el “golpe de calor” este verano

Las altas temperaturas afectan la salud sobre todo a niños, mujeres embarazadas y adultos.


Ante las altas temperaturas que se registran en la capital, especialistas del Ministerio de Salud (Minsa) recomendaron adoptar medidas sencillas para evitar el “golpe de calor”, que puede afectar la salud sobre todo a niños, mujeres embarazadas y adultos mayores.

El médico infectólogo del Instituto Nacional de Salud (INS) del Minsa, Dr. Manuel Espinoza Silva, señaló que el “golpe de calor” se caracteriza por presentar fiebre, dolor de cabeza, sensación de vértigo, náuseas, confusión, diarrea, sequedad en la boca, respiración rápida, pulso débil, piel enrojecida, y hasta la pérdida de la conciencia.


“El golpe de calor puede afectar a personas de cualquier edad, pero los grupos de mayor riesgo son los niños, que no manifiestan sus síntomas con facilidad, así como las mujeres embarazadas y los mayores de 65 años”, detalló.

Explicó que esta afectación ocurre generalmente como consecuencia de la exposición prolongada y el esfuerzo físico en altas temperaturas.

“El golpe de calor es la forma más grave de lesión por calor y puede ocurrir si la temperatura del cuerpo alcanza los 40 grados o más, sin tener ninguna enfermedad o infección”, señaló.

Siga estas recomendaciones

El especialista instó a las personas a beber abundante agua (entre 6 a 8 vasos al día) para evitar la deshidratación, usar sombreros de ala ancha, vestir ropa holgada de algodón, mantener las viviendas y lugares de trabajo ventilados.

Asimismo, recomendó evitar exponerse al sol, en exceso, en horas centrales del día (entre las 11 y las 17 horas), evitar consumir alcohol y comidas muy abundantes y grasosas o con alto contenido de azúcares.

“Es mejor priorizar la ingesta de verduras, como la lechuga, acelga, pepinillo, rabanitos, tomate, caigua o nabo; y frutas como el melón, sandía, pepino, entre otras”, recomendó.

Finalmente, señaló que, en caso de presentar síntomas, es importante acudir de inmediato al establecimiento de salud. “Durante el trayecto al servicio de emergencia, se puede utilizar paños de agua tibia o bañar al paciente también con agua tibia”, indicó.
 
 

3 de febrero de 2019

2019 empezó con ola de ‘climas extremosʼ en Perú y el mundo

Balance. La Organización Meteorológica Mundial emitió su informe de los eventos: frío polar en EEUU, calor intenso en Australia y altas temperaturas en el norte de Perú y lluvias en el sur muestran el fenómeno climático "de alto impacto" que vivimos.

Click para agrandar la imagen

El frío extremo en América del Norte (principalmente Estados Unidos y parte de Canadá), el calor récord en determinadas zonas del Perú y los incendios forestales en países como Australia, las altas temperaturas y las lluvias en algunas naciones de América del Sur (dentro de ellos, en nuestro país), y las fuertes nevadas en los Alpes y el Himalaya, todos son eventos que marcan los primeros 30 días del año.

El inicio del 2019 se ha caracterizado por "climas de alto impacto en muchas partes del mundo", describe la Organización Meteorológica Mundial (OMM) de las Naciones Unidas (ONU) en su último reporte, y que incluye también al Perú dentro de este análisis.

EEUU congelado

Gran parte de América del Norte se ha visto afectada por la llegada de una ola de frío ártico que ha llevado a varias zonas de Estados Unidos y Canadá a temperaturas de 32 grados bajo cero. Por esta razón, en estos días hizo "más frío en el noreste de Estados Unidos que en Alaska, e incluso más que en la Antártida", según un reporte de la agencia EFE.

El evento dejó imágenes imborrables. En un barrio de Minnesota, unos vecinos colgaron videos en las redes sociales de jeans congelados en sus jardines, los pantalones se mantenían en pie, duros por el congelamiento. En Washington, miles de sin techo se colocaron en la calle pegados a las alcantarillas por donde sale el calor del metro. En Canadá, el miércoles a las 07.00 horas, en la ciudad de Winnipeg, la temperatura fue de -39,8 °C debajo de los -35,5 °C de Resolute, situada en las cercanías al Polo Norte.

El motivo fue el "vórtice polar", área con un cinturón de vientos que rodea los polos norte y sur de la Tierra. Allí, el flujo de aire, en sentido oeste, ayuda a mantener el aire más frío cerca a los polos, pero el problema surgió cuando ese flujo se debilitó por un calentamiento repentino de la estratósfera y masas de aire frío fueron hacia el sur. Eso afectó amplias zonas de Estados Unidos, partes de Europa y Asia.

Chicago fue una de las ciudades más afectadas. En Minnesota, el factor de enfriamiento del viento hizo bajar las temperaturas a -53.9 °C el 30 de enero, señala la OMM.

Los fallecidos por esta ola de frío sumaron 21 personas, además de cientos de casos de hipotermia. "El clima frío en el este (de EEUU) ciertamente no refuta el cambio climático, por el contrario, anima a seguir investigando al respecto", ha dicho el secretario general de OMM, Petteri Taalas, agregando que "lo que sucede en los polos no se queda solo en ellos, sino que influye en las condiciones climáticas en latitudes más bajas, donde viven cientos de millones de personas".

Perú: del frío al calor

El sur del Perú ha experimentado, desde inicios del año, granizadas, nevadas y fuertes lluvias. Producto de ello ya se están registrando deslizamientos y huaicos en Apurímac, Cusco, Huancavelica, Puno, Ayacucho.

Las localidades más afectadas por este clima de condiciones frías han sido las ubicadas sobre los 3 mil metros sobre el nivel del mar. "Somos uno de los países más vulnerables a la variabilidad del cambio climático en el mundo", afirma Grinia Ávalos, ingeniera meteoróloga del Senamhi y representante de esta entidad ante el Enfen (Estudio Nacional del Fenómeno El Niño).
 
"El factor clima va a ser un aspecto relevante de primera mano para las autoridades que deseen gobernar territorios en el Perú. Están obligados a considerar este aspecto al momento de gestionar sus acciones para asegurar el bienestar de la población", afirma.

Ávalos explica que en las últimas semanas la costa norte y central ha experimentado temperaturas altas y el panorama seguirá así en los próximos días. ¿Qué las generó?

"La disminución de los vientos fríos del sur. Estos vientos son un sistema que refresca la zona ecuatorial, es parte del balance térmico en el continente. Al no haber esta ventilación, la superficie del mar se calienta y eso genera temperaturas altas. Además, estamos bajo el contexto de otra anomalía climática como es el fenómeno El Niño que, aunque débil, genera de igual manera un calentamiento adicional en la temperatura superficial del mar", informa.

Lima ha registrado 30 °C de temperatura y en Piura, los termómetros han alcanzado los 39 °C por el momento.

Según la especialista, estos niveles de calor ya se han presentado en años anteriores como en 1998 o 2017.

Lea el artículo completo en: La República (Perú)

¡Bienvenidos a la era de los extremos climáticos!

El calentamiento global está aumentando la frecuencia e intensidad de los fenómenos meteorológicos.

Uno de los incendios provocados por la sequía y la ola de calor que castiga varias zonas de Australia.

La ciencia y Hollywood por fin se han puesto de acuerdo: la realidad empieza a parecerse a las películas de catástrofes. Las extremas temperaturas por la parte alta y baja del termómetro sufridas en diversas partes del planeta forman parte de la variabilidad propia del tiempo, pero la inmensa mayoría de los estudios científicos señalan que esta polarización climática irá en aumento a medida que avance el siglo a causa del cambio climático. Y la vida, de humanos y demás seres vivos, será más difícil.

"El mes de enero ha estado marcado por un enorme impacto del tiempo en distintas partes del mundo, incluyendo un frío peligroso y extremo en América del Norte, récord de calor e incendios en Australia, altas temperaturas y lluvias intensas en partes de América del Sur y grandes nevadas en los Alpes y el Himalaya". Es una copia literal de una nota de prensa del pasado viernes de la Organización Meteorológica Mundial.

Bastan algunos detalles. EE UU está soportando esta semana las temperaturas más bajas registradas, con -48,9º, y los gélidos vientos rebajaron la sensación térmica una decena de grados más. Mientras, en Port Augusta, en el sur de Australia, superaron los 49º y en la templada Nueva Zelanda tuvieron varias noches tropicales la semana pasada. En Hochfilzen, en el Tirol austríaco, se acumularon 4,5 metros de nieve en los primeros 15 días de enero, algo que sucede cada 100 años. Días después, en el extremo oriental del Mediterráneo, un frente frío castigó con fuertes nevadas los campos de refugiados sirios. Y el 26 de enero, Santiago de Chile alcanzaba por primera vez desde que hay registros los 38,3º. Parece el argumento de la película apocalíptica The Day After Tomorrow (estrenada en España en 2004 como El día de mañana).

Instituciones tan prestigiosas como las Academias de Ciencias de EE UU (NAS) o el Consejo Europeo de Academias de Ciencia no solo han proyectado un aumento de la frecuencia e intensidad de diferentes fenómenos meteorológicos, también los han vinculado con el cambio climático. Un informe de la organización europea publicado el año pasado muestra que, mientras los eventos geofísicos como erupciones volcánicas, terremotos o tsunamis apenas han aumentado desde 1980, los episodios de sequías e incendios se han más que doblado o las inundaciones y las crecidas se han cuadruplicado.

Lea el artículo completo en: El País (España)
 
google.com, pub-7451761037085740, DIRECT, f08c47fec0942fa0