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6 de diciembre de 2016

El cambio climático ya está alterando el código genético de los seres vivos


Los cambios térmicos globales provocados por el cambio climático inducido por el ser humano afectan ya a la mayoría de los aspectos de la vida en la Tierra con alteraciones en ecosistemas y en especies que incluso genera cambios genéticos, pese a que la temperatura global ha aumentado un grado centígrado en comparación con los niveles de la era preindustrial.
Así lo afirman investigadores del Centro ARC de Excelencia para Estudios de Arrecifes de Coral y la Universidad de Queensland (Australia), y la Universidad de Florida (Estados Unidos), y en el que participa BirdLife International. Los científicos analizaron los procesos ecológicos clave para que haya ecosistemas marinos, de agua dulce y terrestres de forma saludable.
El estudio, realizado por científicos de 10 países y publicado en la revista Science, indica que el 80% de esos 94 procesos ecológicos muestran signos de estrés y de respuesta al cambio climático con modificaciones que afectan a las redes de alimentación y generan aún mayores cambios y adaptaciones entre los seres vivos.
Los impactos para los seres humanos incluyen el aumento de plagas y brotes de enfermedades, la reducción de la productividad de las pesquerías y la disminución de los rendimientos agrícolas. 
Cambios evolutivos tangibles
Lo significativo del estudio es que, junto a los cambios fácilmente observables como la floración de una planta como consecuencia de una primavera adelantada, se está produciendo una silenciosa modificación de la configuración genética de los seres vivos.
El estudio indica que algunas salamandras han reducido su tamaño alrededor de un 8% durante los últimos 50 años (un cambio similar en seres humanos equivaldría a una reducción de tamaño de 15 centímetros). Durante este mismo periodo, tres especies de aves paseriformes del noreste de Estados Unidos han disminuido la envergadura de las alas en un 4%.
Los correlimos gordos, un ave límicola que se reproduce en el Artico, tienen descendientes más pequeños, con picos más cortos, lo que afecta a sus perspectivas de crecimiento.
Lo contrario les está sucediendo a algunos mamíferos en aguas más frías, donde un clima más templado significa más comida. Por ello, la marta americana y la marmota de vientre amarillo están aumentando su tamaño.
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